miércoles, 8 de enero de 2014

Ministerio Enciende una luz ofrece cena a niños en extrema pobreza



Por: Melania Febles

Niños y niñas reciben cena de Navidad.  Foto: MF
Con el interés de llevar alegría y esperanza a los más necesitados, el ministerio cristiano “Enciende una luz, ama a tu prójimo como a ti mismo”, ofreció una cena de Navidad a más de 150 niños y niñas en extrema pobreza, residentes en la cañada de Villa Hermosa, en Villa Mella.

Antonia Valdez Polanco, presidenta del ministerio, señaló que su trabajo está enfocado en ayudar a personas en extrema pobreza, especialmente a niños, niñas y adolescentes, a quienes considera la población más vulnerable.

“Este trabajo lo puso Dios en mis manos en el 2008, cuando estaba sirviendo la cena de Nochebuena a mi familia y sentí que el Señor mi Dios me mandaba a sacar comida para otros, serví dos platos y salí a la calle a buscar personas con hambre”, cuenta Valdez Polanco cómo recibió lo que considera la llamada de Dios, e inició este ministerio.

Mientras habla, observa a los niños y niñas que sentados en perfecto orden reciben un plato con la típica cena dominicana de Nochebuena, que ha ofrecido gracias al apoyo de personas e instituciones generosas que creen en su trabajo.

Destaca que durante algún tiempo solo pudo compartir su propia comida, lo que sirvió para que más gente se una a su causa y brinde su trabajo voluntario a favor de personas de escasos recursos económicos. “Empezamos a visitar a los enfermos, llevamos comida y palabras de alieno a las personas privadas de libertad y por fin, también hemos podido ofrecer desde hace unos años una cena de Navidad a niños y niñas pobres”, indica con el brillo de emoción contenidas en los ojos.

Aunque el ministerio cristiano “Enciende una luz, ama a tu prójimo como a ti mismo” no es una organización legalmente registrada, cuenta con el trabajo voluntario de doce personas, entre ellas la propia Valdez y sus tres hijos adolescentes, “nuestro sueño es conseguir apoyo para tener un hogar de acogida para niños y niñas en situación de abandono”, señala.

Asegura que en la zona de la cañada de Villa Hermosa residen más de 50 niños y niñas que han sido abandonados por sus padres, identificando diferentes causas, entre ellas la emigración de los progenitores que se van en busca de trabajo, y en otros casos la falta de responsabilidad, además de que algunos son de ascendencia extranjera y están en el país sin sus padres.

“Algunos niños o niñas viven con una vecina, amigos de sus padres o con familiares, pero están en extrema pobreza y expuestos a muchos peligros si no hay una persona pendiente de su bienestar”, enfatiza Valdez, con un tono de voz que denota su preocupación.  

Rodeada del bullicio y la alegría de los niños y niñas presentes, Antonia Valdez agradeció a nombre del ministerio el apoyo de personas particulares, especialmente al señor Bienvenido Languasco, a quien Valdez asegura que Dios ha tocado su corazón, de instituciones como Alianza ONG, en la persona de su directora ejecutiva Addys Then, entre otras organizaciones que no identificó, “gracias a ellos, hoy estos niños y niñas han tenido su cena de Navidad”.

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